Saltar al contenido- Uso de pellets no adecuados. Muchas veces se compran pellets de mala calidad que no son adecuados para la estufa por el simple hecho de que hemos visto que están de oferta. Hay que tener cuidado ya que pueden estropear a la larga una estufa.
- Inversión inicial elevada. Es cierto que si lo comparamos con una calefacción a gas o eléctrica el costo inicial de una estufa de pellets es bastante alto, pero no lo es a la larga , ya que su combustible es económico y además, es mucho más respetuoso con el medio ambiente. Sin duda, es una buena elección a largo plazo.
- Enchufe lejano. La gran mayoría de componentes que tienen las estufas de pellets son eléctricos y por ello necesitan tener un enchufe cercano, algo que a veces no tenemos en cuenta a la hora de instalarlas. Es sencillo si lo prevemos o adaptamos la toma de corriente al lugar donde queremos instalar la estufa.
- Estética. este tipo de estufas son mucho más operativas además de seguras sin la chimenea está visible, algo que a muchas personas le puede parecer menos estético.
- Combustión. la quema de combustible de las estufas de pellets requiere oxigeno que tienen que coger de la habitación donde se encuentran. Algo que siempre hay que tener en cuenta para la instalación.
- Taponamientos en la entrada de aire cuando la estufa de pellets no se limpia de forma frecuente, lo que puede solucionarse haciendo una limpieza profunda de la estufa. Además, en caso de un taponamiento del conducto suele saltar una alarma.
- Caída excesiva de pellets. Si la combustión que hace la estufa de pellets no se está realizando correctamente a veces se acumulan en la rampa y en el quemador, de modo que puede estropearse o producirse un atasco que no permita un funcionamiento correcto.