Muchas de las estufas de pellets tienen la desventaja de que cuando te vas alejando de ellas, la temperatura baja de una forma bastante intensa y se nota mucho. Es decir, si nos mantenemos en la zona en la que está situada la estufa, es donde notamos el calor realmente, pero si nos separamos, empezaremos a notar como ese calor va desapareciendo poco a poco.
Para subir la temperatura de una estufa de pellets lo primero que podemos hacer es regular la temperatura de la estancia, es decir, de la estufa y si el modelo de estufa lo tiene, también regular el ventilador.
Si podemos subir la intensidad del ventilador, cuando el ventilador esté a la máxima potencia, lo que hará es expulsar el calor mucho más lejos y la estufa no se pare al pensar que la habitación ya tiene el calor óptimo según percibe por sus sensores. Seguramente lo tiene, pero solo en la zona en la que está colocada la estufa y no en el resto de la estancia donde queremos notar también el calor de nuestra estufa de pellets.